Secret files #4 Vanessa: Flaquita arrechita

Vanessa (22 años, San Borja)
Con Vanessa tuve una muy buena experiencia, de esas que quisieras repetir infinitamente. 
Todo empezó como a las 3 o 4 de la tarde, estaba por las inmediaciones del local y cojo una cabina pública para llamar al teléfono de Vanessa. Me contestan y voy a la dirección que me indican. Es un edificio familiar de departamentos, similar a los que están alrededor, con una puerta común de entrada. Toco y mientras espero que abran, un sujeto se pone al lado y me pone algo nervioso. Finalmente, me dicen que pase. 
Al llegar a la puerta del depa, me abre Vanessita, me hace pasar y me dice que espere. La verdad en ese momento había ido a buscar a otra chica, pero me comunican que no está, así que ella se ofrece a servirme. No me parece mala idea y acepto gustoso. Paso a uno de los dormitorios, que está amoblado con todo lo necesario: una cama amplia, espejo grande, un sillón cómodo y  una TV prendida para no hacer roche. Me dicen que espere, pasan como 10 minutos y me pongo a chequear el lugar. Hasta que finalmente viene la nena vestida con un vestido azul, como una muñequita y con una sonrisa arrechante.
Sin mayor preámbulo pasamos a la acción, le pongo las manos en ese trasero redondito, suave y firme y en un dos por tres estoy con el miembro duro. Vanessa me abre la bragueta y me acuesta en la cama. Allí, con su boca habilidosa, le da golpes a mi pene con la lengua y  se la traga largo rato, con unos gemiditos de degustación que me excitan mucho. Estoy así como 10 minutos y cuando casi estoy por acabar, decido pasar al polvo, pues quiero probar esas nalguitas.
Tras unos intentos por metérsela por delante, me parece que no se siente cómoda y le pido cambiar al 'perrito', donde puedo ver y agarrar mejor ese culito. Se la introduzco suavemente y ahora si la escucho lanzar unos gemidos algo exagerados, pero que me van excitando más. Tras unos minutos decido variar y le digo que pasemos al sillón de cuero negro, ella sonríe y me sigue.
Me acomodo en el sillón, Vanessita se sienta sobre mi pene completamente erecto, y comienza el sube y baja. Es una delicia sentir su rico culito golpeando contra mi pelvis muy fuerte, y para excitación mia, noto que ahora gime suavemente, con ritmo y en momentos con desesperación, demostrándome que le gusta.
Unos minutos después, pasamos a 'romper el catre' (ya que hacia un ruido infernal), ella se pone sobre mi y se  mueve con fuerza y ritmo. La nena aún lleva puesto su vestido y tacos, pues sólo se quitó el calzón, así que le saco el sostén rosadito que tiene y empiezo a chupar sus senitos ricos y calentitos, como recién sacados del horno en esa tarde fría. 
Finalmente, como me apuraban de afuera, le digo que se ponga en 'cuatro patas' y le doy duro unos minutos, frente a un espejo, hasta que termino por correrme dentro. Después nos quedamos tendidos charlando un rato. Lo mejor de todo fue que grabé todo el encuentro sin que se diera cuenta, pero como soy un caballero sólo guardo la grabación para mi.

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